Desde que entraron los cajeros automáticos en nuestras vidas
todo ha ido cambiando y evolucionando.
Poder sacar dinero en cualquier sitio sin depender del horario de
apertura del banco.
Y todo va evolucionando hasta la época actual donde nos
están animando cada vez mas a pagar a través de un Smartphone. Y ahora llega a España el concepto cashback.
Cashback lleva años funcionando en Europa y consiste en
sacar dinero en un establecimiento comercial que puede ser una tienda, el
supermercado o la gasolinera.
El modo de funcionar varia en función de la entidad
bancaria, pero una vez que el cliente ha hecho su compra habitual, el cajero
puede ofrecer la opción de cashback, lo que quiere decir es que además de
abonar su compra, puede retirar dinero en efectivo de su cuenta bancaria.
Y además de eso, también puede suponer que nos devuelvan
parte de lo que hemos comprado si la tienda esta asociada al sistema de
Cashback World.
Pongamos por caso que el coste total de una compra es de 20
euros, el cliente puede, con su tarjeta
de débito, pagar una cantidad mayor, digamos 50 euros, y el empleado del
comercio le devolverá en efectivo 30, que el cliente pasará a gestionar como si
lo hubiera obtenido de un cajero. Es decir, el usuario puede pagar por un
importe mayor de lo que ha costado su compra para que la tienda le
devuelva la diferencia y así disponer de liquidez para otros gastos.
El cliente encuentra numerosas ventajas con este
método. Gana en comodidad pues no tiene que desplazarse hasta un
cajero, sino que puede obtenerlo a la vez que realiza una de las acciones más
cotidianas del día a día, como es hacer nuestra compra, echar gasolina al
coche, comer en un restaurante… Además, la mayoría de los bancos no aplican
comisión a los clientes por realizar cashback, por lo que los pros crecen.
Por su parte, para la tienda también resulta bastante
beneficioso. En primer lugar, el cliente sólo puede pedir cashback si ha
efectuado una compra en un establecimiento, por lo que ya se ha asegurado una
venta con la introducción de este sistema. Así, se potencia también el
consumo.
Los consumidores pueden preferir acercarse hasta su
supermercado en lugar de a una oficina bancaria para obtener dinero en
efectivo. Una vez en el supermercado, el hecho de que los productos estén a la
vista estimula el consumo y el deseo de comprar por lo que, en definitiva, esos
establecimientos incrementarán sus ventas. Además, otra ventaja que se da a las
tiendas atiende a razones de seguridad. Al entregar dinero y disponer de menos
efectivo en sus cajas, están evitando la comisión de robos y se ahorran los
costes que suponen tener que estar trasladando ese capital hasta el banco.
Por supuesto, para el banco también es ventajoso. De esta
forma, amplia su servicio de atención al cliente al convertir un
establecimiento ajeno a la casa en un operador de primera línea. Las cajas de
los supermercados se convierten en cajeros, el banco multiplica sus puntos
de acceso para que el usuario disponga de dinero y para el banco no supone
ningún coste en infraestructuras, pues no ha de invertir en nuevas herramientas
ni dispositivos.
Por otro lado, tenemos el sistema cashback que al comprar en
determinados puntos de venta físicos y online nos devuelven dinero de nuestras
compras. Es un sistema implantado en
media Europa y que también esta llegando a España con notable aceptación por
los consumidores.
En este caso al acudir a comprar a empresas donde aceptan
cashback se paga en metalico o con tarjeta de crédito pero se muestra una
tarjeta física o digital (en Smartphone) que nos identifica y nos devuelve una
parte de la compra que hemos realizado.
Del mismo modo funciona en mas de 200 webs comprando siempre a través de
la aplicación cashback instalada en el Smartphone u ordenador.
En España, El Grupo Vip Cashback es pionero en esta
tecnología. Más información.
El ejemplo español
La labor de aplicar cashback a nuestras compras y de
conseguir dinero en los puntos de venta se puede convertir pronto en una
costumbre dentro de nuestra economía. Y
para ello ING Direct ha alcanzado un acuerdo con DIA, donde los usuarios de ING
podrán sacar efetivo de sus puntos de venta. Tambien se unen a este acuerdo
gasolineras Galp y Shell.
Para muchos, este paso adelante por parte de ING es un
mecanismo de respuesta a la llamada “guerra de los
cajeros” que se inició en marzo de 2015 cuando algunas entidades
bancarias comenzaron a cobrar una comisión de dos euros a los clientes de otras
empresas que sacaban dinero en sus cajeros.
ING se vio perjudicada pues no
contaba con muchos cajeros en nuestro territorio, un total de 114, y muchos de
sus usuarios utilizan los cajeros de otros bancos para obtener efectivo, por lo
que se vieron directamente perjudicados con la creación de esta comisión.
Otra de las claves de este movimiento es la app Twyp Cash, que
ING ha complementado para, precisamente, facilitar la práctica de cashback
entre sus clientes.
Se trata de una aplicación que los usuarios deberán
utilizar para realizar el pago en los establecimientos y,
consecuentemente, recibir el dinero en efectivo. La app se puede descargar de
forma gratuita y es compatible con iOS y Android.
Con el propósito de promocionar la app Twyp Cash y todo lo
que su apuesta por el cashback significa, ING ha iniciado una potente campaña
publicitaria por diferentes medios como prensa, televisión, Internet… para
explicar cómo funciona esa retirada de dinero en establecimientos comerciales.
Por ello, a las tiendas adheridas al acuerdo las llama puntos ¡POP!,
haciendo referencia a la rapidez y comodidad del servicio.
En muchos países ya se realizan este tipo de acciones de
manera habitual y con una gran acogida por parte de los clientes.